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domingo, 26 de abril de 2009

Chamfaina


Categoría: Salsa, guarnición.
Dificultad: Baja.

Ingredientes: Una berenjena media, una cebolla grande, 3 pimientos italianos medios, 300 g de tomate pera natural o 200g en conserva triturado, aceite y sal.

Esta fritada la oigo llamar de distintas maneras, según lleve calabacín, o no. Se pique más menuda o menos, se haga aquí o allí, lo he oído llamar pisto, pipirrana, pero a esta mezcla en concreto, en mi casa la llamamos chamfaina, que no chanfaina.

Ponemos una cacerola con algo más de un velo de aceite al fuego suave, picamos y limpiamos todas las hortalizas en brunoise (doble cicelado o "cuadraditos"), muy menuda. Empezando por la cebollas, las echamos a la cacerola con un poco de sal y poco fuego y dejamos pochando hasta que esté transparente que agregaremos el pimiento, picado y sin semillas, sofreímos junto con la cebolla unos minutos y agregamos la berenjena, que además de picarla, tengo la costumbre de pelarlar y dejarla en agua unos instantes para suavizar su sabor.

Dejamos sofreír todas las verduras lentamente, por espacio de unos 15 minutos, mientras con una cuchara de madera vamos mezclando los ingredientes haciéndolos más pequeños.

Cuando ya están bien sofritos agregamos el ingrediente final, el tomate. Por comodidad usamos tomate triturado de lata, aunque podríamos pelar unos tomates canarios escaldados y cortarlos igualmente en brunoise y agregarlos.

Dejamos freír el conjuntos, rectificamos sal y listo.

Trucos: junto con el tomate de lata, en mi casa son partidarios de echar un poquito de vino. El resultado es ideal, simplemente con un huevo frito encima, o revuelto. También acompaña unas salchichas, un trozo de pollo frito o un bacalao. Se suele acompañar con bastante pan. Ojo con el aceite, si queda grasiento no resulta agradable. Unas cazuelitas de hojaldre o pasta brisa, tamaño mordisco, rellenas de chanfaina y bacalao desmigado, desalado o sofrito, es una buena forma de empezar una comida especial.

Salchichas a la mostaza.


Categoría: Segundo plato.
Dificultad: Fácil.

Ingredientes:
Salchichas del país, 3 por comensal, mostaza a la antigua y vino, yo suelo usar una mezcla de vino dulce pedro ximenez y vino blanco, aceite de oliva.


Ya he oido alguna crítica por no citar cantidades. Y es que no suelo medir las cantidades que echo, simplemente me dejo llevar por lo que me parece razonable.

Con un tenedor o un cuchillo pinchamos las salchichas, ponemos una sartén al fuego y cuando aún está tibia ponemos las salchichas que queremos asar, con una gota de aceite.

Cuando las salchichas ya están casi cocinadas, las ponemos una cucharada de mostaza a la antigua (con sus tegumentos) y el vino, dando vueltas con una cuchara de madera para que las salchichas se empapen de ambos elementos. Dejamos reducir hasta que el azúcar del vino caramelice, espesando con la mostaza.

Barato, sencillo, sabroso... si te gusta la mostaza.

jueves, 23 de abril de 2009

Fricandó


Categoría: Segundo plato.
Dificultad: Fácil.

Ingredientes: Bistecs de ternera, salsa rubia (ver receta), senderuelas (moixarnons) opcionalmente otras setas secas (Ceps, camasecs, ...), harina, sal, aceite de oliva un chorrito de vino blanco o cognac.

Hay quien macera la carne en leche antes de iniciar este plato, no seré yo el que mezcle carne con leche, no porque sea kosher, si no por que es un plato mediterráneo y creo que esto está alejado de nuestra tradición.

Así pues esta receta arranca para mi preparando una abundante salsa rubia (ver la receta http://comidadetarro.blogspot.com/2009/04/salsa-rubia.html). Limpiamos las setas pasándolas por agua, y las ponemos a continuación en remojo en un poco de agua limpia.

Salamos y salpimentamos los bistecs, de tamaño medio, cortados muy finos, si vienen muy grandes los cortamos por la mitad. Los pasamos por harina y los freímos levemente a fuego fuerte.

Añadimos los bistecs en la salsa rubia al chup chup, la salsa procurar que cubra siempre los bistecs pero que no los ahogue, agregamos las senderuelas (moixernons) y otras setas secas (queda bien especialmente el boleto -ceps-), echamos un chorrito de vino blanco, o de cognac.

Cocemos el conjunto media hora a fuego lento, dejando que la salsa espese un poco, rectificamos de sal, et voilà, fricandó. Al final el guiso debe quedar con una salsa ligeramente espesa, y abundante y con un profundo aroma de setas.

La carne, cortada muy fina, quedará que se deshace en boca si la hervimos en la salsa el tiempo suficiente. El agua de hidratar las setas la colamos y la echamos también en el puchero. Y si rallamos una trufa negra de invierno, nadie se quejará. Gana guisado de hoy para mañana, pero ojo, no es una conserva. Si servimos con una buena ensalada, o un pocillo de arroz blanco salteado con piñones y pasas, o bien un poco de pasta fina (unos pistones) de guarnición, puede ser un excelente plato único.

martes, 21 de abril de 2009

Patatas a lo pobre


Categoría: Primer plato, guarnición.
Dificultad: Fácil.

Ingredientes: Patatas, harina, huevo, sal, laurel, pimienta, ajo y perejil,
caldo de pollo.

Los guisos siempre van acompañados de carne o pescado, pero supongo que en
épocas de escasez tomaba protagonismo estas patatas en camisa, que por ir
desnudas se las llama a lo pobre.

La preparación es muy fácil se cortan las patatas en lonchas gruesas, medio
centímetro. Se pasan por harina y huevo y se fríen en aceite abundante.

Se ponen en cazuela con caldo o agua, un poco de laurel, pimienta en grano
y azafrán (opcional). Llevamos a ebullición y lo tenemos así una media
hora. Rectificamos la sal.

Mientras, majamos un par de dientes de ajo con el perejil y preparamos una
picada que agregamos en cazuela a las patatas justo antes de servir.

Admite más condimentación, desde comino a nuez moscada o pimentón, siempre
teniendo en cuenta el resto de la comida y los comensales. Si se sirve sin
caldo puede resultar un buen acompañamiento, pero lo suyo es servirlo como
un plato de cuchara. Un estofado sin carne. Un estofado a la pobre.

lunes, 20 de abril de 2009

Croquetas líquidas (de jamón)


Categoría: Aperitivo, segundo plato
Dificultad: Muy Alta

Ingredientes: Harina, caldo de jamón, aceite de oliva, jamón serrano picado fino, gelatina en polvo, pasta filo, pan rallado, huevo.

Antes de que nadie se meta en materia, decir que una croqueta líquida puede sorprender más o menos en boca, por la textura, pero está tan buena como una normal según los ingredientes que hayamos utilizado. Dicho en castellano antiguo, la croqueta líquida es una pijada. Eso si, requiere una pequeña técnica que me propongo explicar a continuación.

Calentamos aceite de oliva en cacerola (o mantequilla), cuando esté caliente agregamos un par de cucharadas de harina, como si fuéramos a elaborar una bechamel, pero en lugar de añadir leche una vez amasada la roux, añadimos caldo en su lugar, en este caso de jamón. Damos vueltas con la cuchara de madera a medida que añadimos caldo para que no se formen grumos y nos quede una masa homogénea (todo esto sin retirar del fuego) cuando todavía está espeso (textura de engrudo ligero, como para usar en un rebozado, este punto se llama velouté) rectificamos de sal y añadimos las virutas de jamón y la gelatina en polvo, una cucharada de café aproximadamente, puede necesitar más según la cantidad de masa que hayamos preparado. Seguimos batiendo en caliente pero ya retirado del fuego para igualar la textura y mezclar bien los ingredientes.

Dejamos reposar, y una vez a temperatura ambiente, bien la ponemos en un molde, fuente o bandeja alta, metemos en el frigo hasta que con el frío coagule la gelatina y forme una masa compacta que ya podemos trabajar.

Recogemos la masa de la croqueta del frigo, desmoldamos y la cortamos a cuchillo en trozos del tamaño y forma de la croqueta que queremos obtener. Usaremos rectángulos de pasta filo para envolver el trozo de masa y lo sellaremos, paquete a paquete, con huevo batido y la ayuda de un pincel de cocina, asegurándonos de que queda bien sellado. Pasamos los paquetes de pasta filo por harina, huevo batido y pan rallado, de manera que quede homogéneamente empanado. Freímos en aceite de oliva.

Al freírse la croqueta, la gelatina perderá su consistencia, recuperando la textura de engrudo de la velouté, la pasta filo evitará que se vierta sobre el aceite y se desmorone el invento. Servir y consumir en caliente. Advertir al comensal o acabará manchado.

Análogamente, se pueden realizar de cualquier otro ingrediente, pollo, gambas, etc. Trabajar la pasta filo no es fácil, se rompe con facilidad, la podemos encontrar en supermercados, yo la compro en el corte inglés, creo que en el club del gourmet.

Salsa rubia


Categoría: Básico
Dificultad: Muy fácil

Ingredientes: Una cebolla, harina, aceite de oliva, sal, caldo (de pescado, pollo, ternera, jamón o vegetal, según la preparación).

No es un plato en si mismo, pero si es la base de un buen número de platos más complejos, por eso merece la pena explicar aquí como se elabora la salsa rubia y partir de ahora, en el resto de recetas usar la salsa rubia como un componente básico.

La elaboración es muy sencilla, cortamos la cebolla en brunoise (daditos) muy fina, la ponemos en una cacerola con un fondo de aceite de oliva y una pizca de sal. Pochamos a fuego lento, hasta que comienza a caramelizar (se dora). En ese momento añadimos una cucharada sopera de harina, bien colmada, o más según el grado de espesor deseado y la cantidad de caldo a adicionar. Yo siempre lo hago a ojo. Rehogamos la harina en el aceite junto con la cebolla, sin dejar de mover hasta obtener una roux (pasta ligada, uniforme, como una masa) dorada, clara. En ese momento vamos agregando el caldo, sin dejar de remover con una cuchara de palo, como si ligaramos una mahonesa. Al principio obtendremos una salsa de consistencia similar a la salsa bechamel (denominada velouté) y conforme la vamos aligerando con caldo (hasta un litro o más) la salsa va perdiendo cuerpo para quedar espesa pero líquida y de un color dorado. Esta consistencia es la que recibe el nombre de salsa rubia.

La salsa rubia es base de numerosas preparaciones en la cocina, desde la merluza en salsa verde al fricandó, desde las albóndigas a la menestra de verduras en salsa. Es muy socorrida para napar carnes o pescados. Admite ser aromatizada con hierbas, nuez moscada, ajo o vino blanco, en función del guiso que deba acompañar, de manera que una salsa de tomillo no deja de ser una salsa rubia con tomillo infusionado, por ejemplo. Se prepara en muy poco tiempo.

domingo, 19 de abril de 2009

Patatas a la riojana


Categoría: Primer plato, plato único
Dificultad: Baja

Ingredientes: Una patata media por comensal, una riojana (un pimiento italiano, tres tomates maduros, una cebolla), un diente de ajo, laurel, chorizo de la rioja un poco picante, vino blanco, aceite, sal.

Empezaríamos poniendo un diente ajo y una hoja de laurel a sofreir en el fuego, el ajo entero sin pelar ni partir, solo golpeado. Se cortan las verduras en juliana muy fina, antes de que el ajo se dore, se sofríen en la misma olla a fuego mimoso, dejando que suden bien. En primer lugar la cebolla, cuando empieza a estar pochada, el pimiento y por último los tomates que antes de cortarlos los habremos pelado y retirado las semillas, bien escaldándolos o usando un pelador. Cuando la verdura comienza a estar pochada añadimos las patatas cortadas en trozos de boca, sin acabar de cortar a cuchillo, chascadas. Dejamos que se sofrían levemente. Incorporamos el chorizo, sin piel y cortado en trozos de un par de centímetros de grosor, dejamos que también sofría.


Añadimos un vasito de vino blanco, dejamos que reduzca y acto seguido cubrimos con agua. Llevamos al chup chup removiendo de vez en cuando, hasta que el caldo engorde y las patatas y el chorizo estén guisados. Una media hora. Rectificamos de sal.

Consejos: Plato óptimo para un día frío de invierno, muy económico y muy fácil de preparar. Suele quedar muy bien de sabor. El chorizo no puede ser muy graso, y la cantidad de verduras se debe adaptar al gusto de los comensales. Hay quien le añade guindilla verde para realzar el picante, al final y quien no le pone tomate. Admite pimentón dulce o picante, pero por lo general el chorizo ya le da al guiso su color rojo característico.

sábado, 18 de abril de 2009

Suquet de rap


Categoría: Primer plato, plato único
Dificultad: Media

Ingredientes: Rape en rodajas, patatas (se pueden usar otras féculas, como legumbres), caldo de pescado, ajo, pimentón, aceite, sal, laurel, harina.

Limpiamos las rodajas del rape, las salamos ligeramente, las pasamos por harina y las freímos en sartén a fuego fuerte. Reservamos el rape. Pelamos y partimos las patatas en trozos de boca, es decir, que se puedan comer de un bocado, y sin cortar por completo a cuchillo. Las freímos en fuego medio para que queden doradas, con poco aceite. Hacia el final de la fritura de las patatas añadimos el laurel, y 5 o 6 ajos enteros, sin pelar. seguimos sofriendo, y retirado del fuego añadimos una cucharada de pimentón dulce. Damos una vuelta sobre sartén e incorporamos el caldo de pescado, y el rape. Dejamos cocer juntos los ingredientes, al chup-chup, hasta que el caldo reduzca, no más de 20 minutos. Opcionalmente podemos incorporar un poco de vino blanco. En un mortero echamos un par de dientes de ajo, machacamos y añadimos aceite hasta obtener un allioli cortado (sin huevo), muy ligero. Ya con el fuego apagado del suquet, pero muy caliente, añadimos el allioli cortado, rectificamos sal y listo.

Algunos consejos. En un suquet, tan importante es el rape como la patata. Se pueden usar otras féculas, queda especialmente bien con judías blancas, una suerte de fabada. Se pueden añadir más pescados, mariscos, pero entonces coge dimensión de zarzuela o caldereta. Es un plato de origen humilde, y por eso no me gusta recargarlo si soy yo el que lo preparo. La gracia es tener un buen caldo casero, y que las patatas al estar partidas lo engorden un poco. Imprescindible el allioli al final.

viernes, 17 de abril de 2009

Escabeche de salmón


Categoría: Segundo plato, pescados.
Dificultad: Fácil.

Ingredientes: Salmón cortado en supremas, sin piel ni espinas. Caldo de pescado, vino blanco, vinagre de jerez, aceite de oliva, una bresa: cebollas, puerros, hinojo, zanahorias, ajos. Especies: Un ramo de escabechar o si no hay, orégano, romero, laurel, tomillo. Pimienta en grano, Pimentón rojo. Sal.

Lo ideal de esta receta es que no se debe hacer en el momento del consumo, es preferible hacerla unos días antes, guardarla y dejarla reposar varios días, incluso una semana.


Freímos en sartén y a fuego fuerte las supremas de salmón, solo para cerrar los poros. Retiramos con cuidado que no se rompan. No suelo aprovechar el aceite, el pescado es muy graso. En una cacerola de acero inoxidable ponemos las verduras cortadas groseramente a sofreír, los ajos enteros. No suelo comprar las verduras ni las hierbas aromáticas exprofeso, uso lo que hay por casa. Cuando la cebolla ha sudado un poco añado las hierbas aromáticas y las especies, excepto el pimentón, que lo añadiré retirando la cazuela del fuego, y sofreiré sin fuego, con el calor del recipiente y justo antes de añadir el pescado. Con el pescado dispuesto sobre las hortalizas, dentro de la cacerola y en el fuego voy añadiendo los ingredientes líquidos, el caldo de pescado, el aceite, el vino blanco y el vinagre de jerez, una parte de cada (misma proporción, yo uso medio litro de cada). Llevamos a ebullición y dejamos cocer al chup chup todo el conjunto no menos de una hora. Dejamos enfriar y embotamos, usando como líquido de gobierno el escabeche o caldo de la cocción. Dejaremos reposar varios días antes de su consumo, en salsa o seco, acompañado por una verdura o ensalada.

Se puede servir frío o templado. Se puede salsear con el propio caldo del escabeche, o se puede hacer una salsa triturando las verduras, añadiendo el caldo y reduciendo en sartén.

Se puede hacer escabeche con otros pescados, como el atún o el pez espada. Y cambiando el caldo de pescado por el de ave, se puede hacer idéntica receta con carnes blancas, pollo, pavo, etc.

Romesco


Categoría: Salsas.
Dificultad: Media.

Ingredientes: Tomate maduro, una cabeza de ajos, una cebolla mediana, carne de ñora, avellanas y almendras tostadas (un puñado, proporcional a los tomates), vinagre, aceite de oliva, sal. Si a alguien le gusta ligeramente picante, puede añadir guindilla.

Ponemos en una bandejas de horno, o en un asador, los tomates lavados, con su piel y la cabeza de ajos, entera y lavada, y la cebolla, entera y lavada. Asamos las hortalizas a sus puntos. Retiramos las pieles de los frutos secos tostados. Una vez los tomates están asados, suelo mezclarlos con una procesadora de alimentos o un minipimer, con los ajos y la cebolla asadas y los frutos secos y la carne de ñora hasta obtener una pasta más o menos homogénea. La aligero con aceite y vinagre y la paso por un colador chino para dejarla suave y retirar pieles y semillas. Si es necesario, en mortero la aligero con más aceite y un ligero toque de vinagre (el vinagre no puede dominar el sabor). Rectificamos de sal. Según las proporciones y con ligeras variaciones en los ingredientes, esta salsa también recibe el nombre de Salvitxada para acompañar platos como el xató o los calçots. La base es común.

Mi caldo de pescado


Categoría: Básicos/Sopas/Primeros.
Dificultad: Ninguna.

Ingredientes: Agua, sal, una bresa con cebolla, puerro, zanahoria, tomate, hinojo (bulbo), pescado de roca, morralla, galeras, cangrejos cintas, faldones o cabeza de rape, espinas de lenguado, etc.

Es conveniente comprar siempre pescado de roca o morralla para hacer un caldo de pescado y podemos aprovechar restos que tengamos o partes de un pescado mayor, como la cabeza de un rape. Pero si hacemos el caldo exclusivamente con restos, no quedará lo mismo.

En una olla ponemos agua a hervir, con sal y nada más. Limpiamos el pescado, solo cocemos partes limpias. Pasamos los pescados por una sartén con aceite fuerte, sofreímos. Cuando el agua rompe a hervir añadimos los pescados sofritos y el aceite de la fritura. Los dejamos cocer durante un máximo de media hora en el agua.

Limpiamos y picamos la verdura groseramente, la pasamos por la sartén a fuego medio, para sofreír. Cuando retiramos el pescado, a la media hora de cocción en el agua, echamos las verduras al caldo y llevamos nuevamente a ebullición, por lo menos una hora. Filtramos el caldo. El caldo se puede reducir, ya sin verduras ni pescados para obtener un caldo más fuerte y denso. Este caldo se usa en toda clase de preparaciones de pescado, desde fideua, paella, arroces secos como la paella o caldosos como el arroz con bogavante. Se usa en la romescada, en el all cremat, en el suquet y en el escabeche. Además es la base de sopas, bullabesas y otras preparaciones.

Los restos del pescado cocido se pueden usar para elaborar pasteles, para incorporar desmigados y limpios a la sopa o arroz, o en puré junto con las verduras del caldo.

Rape con romesco


Categoría: Pescados/Segundo plato.
Dificultad: Media.

Ingredientes: Rape en rodajas 2 por comensal, caldo de pescado, romesco, vino blanco, aceite, harina y sal.

Limpiamos las rodajas de rape, se salan, se enharinan y se pasan por una sartén con fuego fuerte y aceite para sellar. Se reservan. En una cazuela ponemos el caldo de pescado, un vaso de vino blanco, añadimos el rape frito y la salsa romesco en cantidad suficiente. Dejamos al chup-chup hasta que evapore el liquido y quede una salsa nuevamente espesa. Se puede hacer con cualquier otro pescado (merluza, bacalao, ...) también admite variantes añadiendo patata, arroz, pasta, durante la cocción o como acompañamiento, o marisco como almejas o gambas. Esta claro que la gracia es hacer también el caldo de pescado y el romesco en casa. Ya colgaré las recetas.